dijous, 30 de juny del 2016

Problemas de trastorno mental

“Las personas con trastorno mental han pasado de estar atadas a una cama a andar sueltas”, afirman padres de los afectados.

Montserrat Boix, cuyo hijo tiene un trastorno mental, ha declarado que “las personas con trastornos mentales han pasado de estar atadas a la cama en los manicomios a andar sueltas por la calle. No queríamos aquello, pero ahora son un peligro para ellas mismas y para los demás”. Así lo ha manifestado en un coloquio con el presidente de la Plataforma per la Família Catalunya-ONU, Daniel Arasa. Este coloquio forma parte de unas sesiones en que se trata de la situación de las familias con personas que sufren trastornos mentales, que han sido organizadas por la Plataforma per la Família con la colaboración de la Diputación de Barcelona y del Consorci de la Zona Franca.

Montserrat Boix, junto con su marido, que ha creado la productora de yougures “Delicias del Berguedà” en el intento de que trabajen en ella personas con problemas de salud mental, están convencidos de que los políticos se están interesando muy poco por la situación de las familias que tienen alguno de sus miembros con problemas de salud mental severa, “que es mucho más grave que, por ejemplo, una persona con síndrome de Down”. Boix ha manifestado que “los padres de personas que están en aquella situación deberían poder mantener la patria potestad, que han perdido cuando los hijos enfermos mentales alcanzan la mayoría de edad. Ellos no están en condiciones de ejercer la libertad, no tienen criterio para administrarla. Nos encontramos con que se les pregunta a ellos si quieren dar su consentimiento para estar internados, y dicen que no. Los padres no podemos decir nada, pero resulta que luego los problemas son enormes”.


La citada madre expresa su angustia. Afirma que su hijo, que tiene en la actualidad 27 años, resulta insoportable para la convivencia por su agresividad, huidas de casa, vivir en la calle, no come a las horas, no se toma la medicación, consume droga, en los centros de salud mental no lo quieren tener ingresado porque se escapa, etc. Añadió que “no hay centros cerrados, solo la prisión, porque así lo dice la ley”.

Montserrat Boix señala que los padres no pueden “hacer nada más que esperar a que el hijo vuelva a delinquir para que lo encierren en una prisión y allí vuelva a estar bien tratado. O que lo maten en una riña. Estas personas o acaban en la cárcel o en el cementerio. No hay nada para los enfermos mentales severos, agresivos y que consumen drogas”. Asegura que son muchas las familias en situación similar a la suya, y al hecho de que haya tantos enfermos en esta situación ha contribuido que muchos chicos han empezado a consumir cannabis u otras drogas desde los 12 o los 13 años. Recordó que “cuando hay un delito significa que también hay una víctima. Las personas en esta situación cometen delitos”.

La solución que propone es la creación por parte de las instituciones públicas de centros de salud mental en zonas rurales, de forma que puedan realizar trabajos en el campo, cuidar animales, etc. pero que no puedan salir de allí.

Recordó que en los años 70 desaparecieron los manicomios en los que se encerraba a personas con trastornos mentales, pero no se les ha sustituido por otras instituciones adecuadas para su tratamiento, a la vez que protejan al resto de la sociedad, y asegura que “los padres estamos desesperados y nos sentimos impotentes ante esta situación”. 

Daniel Arasa